Hay otra Mediación
Mediación Familiar: Una posible colaboración entre un abogado y un mediador.
La mediación familiar es un proceso de apoyo a los padres que están llevando a cabo un proceso de
separación y/o divorcio, cuyo objetivo es reorganizar la vida propia y de los hijos, con especial atención al bienestar de los menores.
Se reconoce a los individuos como poseedores de un valor esencial y central, y el bienestar relacional está en el centro del trabajo del Mediador Familiar, que trabaja para salvaguardar la relación entre padres e hijos en situaciones de separación, divorcio u otro conflicto.
La Mediación Familiar es una disciplina interdisciplinar que se nutre de conocimientos de la sociología, la psicología y el derecho para desarrollar técnicas específicas como la mediación y la negociación de conflictos.
Del conflicto al bienestarEl Mediador Familiar es experto en comunicación y gestión de conflictos.
La mediación familiar, incluso antes de ser una profesión, es una función social que sustenta la utilidad social, y la protección de la sociedad debe entenderse como una "comunidad de comunidades", un tejido complejo rico en lugares y formas de relación tradicionales. Por lo tanto, los programas de mediación familiar, escolar, cultural y penal tienden puentes y brindan herramientas para que los involucrados avancen de forma independiente.
Por lo tanto, la Organización promueve una cultura constructiva del conflicto, pasando de una lógica de oposición a una de interacción, identificando el potencial para alcanzar un acuerdo en la fase previa al juicio. Es fundamental que todos los profesionales del derecho se mantengan sensibles y receptivos a la cultura de la Mediación Familiar para una visión centrada en el niño y el futuro. La Organización ofrece sus servicios, a veces incluso gratuitos, ya que quienes colaboran con nosotros consideran la Mediación un servicio social y tienen entre sus principales objetivos difundir el conocimiento y la cultura de la Mediación entre todos los profesionales del derecho, abogados y jueces, así como entre el público en general.
La mediación familiar beneficia a todos los profesionales involucrados. La separación y el divorcio son experiencias con un intenso impacto emocional en la vida de una persona.
Surgen fuertes sentimientos, desde el deseo de venganza hasta el dolor, que nublan el juicio normal de las personas. Todo parece confuso en un torbellino de emociones difíciles de gestionar. El comportamiento del otro cónyuge se filtra a través de estas lentes distorsionadas, lo que resulta en un conflicto creciente que a menudo ni siquiera termina con la sentencia del juez. Uno de los primeros profesionales con los que se entra en contacto es el abogado, a quien se le otorga un "doble mandato": uno técnico y explícito, para gestionar la negociación de acuerdos, maximizando el beneficio del cliente; el otro relacional e implícito. El abogado se convierte en el "confesor", sobre quien se vierten todas las ansiedades y deseos de venganza, buscando protección y consuelo las 24 horas del día, los 7 días de la semana (¡incluso en vacaciones!). Con esta onda expansiva emocional, el cliente impacta la relación profesional con el abogado, en una lucha agotadora y triste, difícil de contener y difícil de reconducir a la realidad del proceso judicial.
Ahorra tiempo. La necesidad de escuchar y proteger, de expresar y gestionar los sentimientos más profundos, y de lamentar la separación son legítimas en una experiencia dolorosa y compleja como la separación. Sin embargo, imponen exigencias excesivas a los abogados, quienes dedican mucho tiempo a escuchar y gestionar solicitudes, a menudo inapropiadas, e implementar estrategias formales para proteger a sus clientes de comportamientos que podrían ser contraproducentes para la causa.
Colaboración entre profesionales: Una buena colaboración entre el abogado y el mediador familiar puede permitir al abogado centrarse en los aspectos técnicos de la negociación de acuerdos, en lugar de en las interminables peticiones del cliente, y esto permite al mediador familiar ofrecer un apoyo emocional esencial en esta etapa.
El Mediador Familiar es el encargado de gestionar y contener el conflicto conyugal, de manera que no obstaculice la negociación de acuerdos.
Se facilita el proceso de negociación de acuerdos. Quienes participan en la mediación pueden elaborar acuerdos sobre el cuidado de los hijos, que se convierten en un borrador compartido sobre el cual los abogados brindan asesoramiento técnico, tanto durante el proceso de mediación (cuando el mediador invita a las partes a discutir ciertos aspectos con sus abogados) como al final del proceso, para verificar que se han protegido los intereses de su cliente y proceder a la firma de los acuerdos ante el juez. No solo no hay competencia entre el abogado y el mediador familiar, sino que el mediador ofrece un apoyo significativo durante el proceso de negociación, sin menoscabar la experiencia del abogado. Además, en la mediación parcial, que no practican los abogados mediadores, sino los mediadores profesionales, todas las negociaciones sobre asuntos financieros y pensión alimenticia conyugal, no la pensión alimenticia infantil, quedan fuera del proceso de mediación y, por lo tanto, son competencia exclusiva del abogado.
Centro para la Protección de las Relaciones FamiliaresPor este motivo, el 12 de mayo de 2016 se creó el “Centro para la Protección de las Relaciones Familiares” y su Comité Científico. Brindan escucha y apoyo a familias, uniones civiles y convivencias para la resolución de conflictos, mediación familiar, escolar, penal, social e intercultural, con la asistencia jurídica y psicológica de un equipo experto.
El proyecto "Centro para la Tutela de las Relaciones Familiares" del Órgano de Conciliación Concordia et Ius srl nació de la idea de crear un centro donde pudieran reunirse profesionales con experiencia y cualificados en las actividades de asistencia en las relaciones interpersonales.
Al reunir en un solo centro los servicios de mediación civil, familiar, penal, juvenil, intercultural y social, Concordia et Ius srl aspira a convertirse en una organización innovadora y altamente especializada en el ámbito de la mediación. Numerosos sectores utilizan actualmente esta herramienta, y su número está destinado a crecer, ya que todos los ámbitos de la vida social pueden beneficiarse de ella.
La Mediación Familiar, cuando es impartida por profesionales cualificados, es una herramienta de gran interés para la sociedad y por tanto de gran utilidad.
Los Mediadores de la Organización han adquirido diversas especializaciones.
Además de mediadores civiles, la Organización también colabora con mediadores familiares, expertos en psicoterapia de pareja, psicólogos, trabajadores sociales, consultores técnicos, consejeros, coaches, abogados, mediadores culturales y todos –cuando es necesario– disfrutan trabajando preferentemente en equipo.
El "Centro para la Protección de las Relaciones Familiares" de la Organización emplea a numerosos profesionales que prestan especial atención a las relaciones familiares y, a través de su trabajo, tienen como objetivo apoyar la prevención, gestión y resolución de los conflictos familiares.
El cargo de miembro del Comité Científico no es remunerado.
Forman parte del Comité Científico los siguientes profesionales:
Abogada Mariastefania Bartoli
Abogada Manuela Gucciardo
Abogado Massimo Pollina
Abogada Lorena Geraci


